Trastorno de la comunicación social (pragmático)

Definición de trastorno de la comunicación social (pragmático)

El trastorno de comunicación social (pragmático) se caracteriza por cómo se e interpreta el significado en interacciones verbales y no verbales. Sin embargo, los niños con este trastorno no están incapacitados para comprender la estructura de las palabras o de la gramática. Generalmente, tienen dificultad para usar el lenguaje cuando se encuentran en situaciones sociales.

Por lo tanto, estamos hablando de un trastorno del habla en niños poco conocido y resulta ser, además, el menos preciso de todos. Por ello, esto es debido a que sus manifestaciones no se observan dentro de dimensiones objetivables y medibles como la semántica o la fonología. Sino que, se evidencian dentro de la heterogeneidad y amplitud que se delimitan en la interacción social. Por ello, esto implica a las habilidades sociales y a la adaptación de las normas relacionadas con la conducta. 

Síntomas de este trastorno

Podemos ver que el trastorno de comunicación social (pragmático) se define por distintos síntomas como Rapin y Allen mostraron en 1983. Y también, lo hicieron Smedley en 1989 y Rapin de nuevo en 1996. Por ello, estas características son las siguientes: 

• Tiene mucha verborrea.
• Dificultad de comprensión del discurso.
• Dificultades en la recuperación de palabras.
• Un uso atípico de las palabras.
• La fonología y sintaxis se encuentran alteradas.
• Unas habilidades conversacionales que no suelen ser las adecuadas al
• Serias dificultades para mantener una conversación.
• Tendencia a comprender las cosas de forma literal.
• Dan respuestas socialmente inapropiadas.

Hoy en día, distintas investigaciones han descrito el perfil de este tipo de trastorno en la infancia. Sin embargo, no cumple todos los criterios establecidos para los TEA. Aunque, sí que presenta una dificultad persistente en la pragmática del lenguaje y en los aspectos sociales de la comunicación. Además, este tipo de dificultades suponen un impacto en la calidad de vida del niño. Esto, incluye perjuicios para sus relaciones con los pares y un mayor riesgo de desarrollar otras psicopatologías.

Intervención logopédica 

Actualmente, no se conoce aún un tratamiento específico para el trastorno de comunicación social (pragmático). Por ello, se presenta a la terapia del habla y del lenguaje diseñadas para mejorar la pragmática del lenguaje ayudará a estos niños. Además, se realizará en conjunto con el entrenamiento de destrezas sociales.

¿Cuándo ir al Logopeda infantil? El logopeda guiará al niño ayudándolo a practicar tomar turnos, desarrollar un tema y concluirlo, y otras habilidades esenciales para conversar. Además, el logopeda puede realizar diferentes actividades para el trastorno de comunicación social (pragmático) como el cambio de roles y con juegos visuales. Por ejemplo, realizar juegos como revistas de historietas para ayudar a su hijo a que aprenda estrategias para manejar las situaciones sociales. Además, el logopeda infantil guiará a los padres para que refuercen esas habilidades en la casa.

Otros tipos de intervención en el trastorno de la comunicación social

Otros tipos de intervención para el trastorno de la comunicación social son los siguientes:

• Realizar modelos de lectura interactiva. Es decir, cuando usted esté leyendo, dígale a su hijo que le cuente qué es lo que está pasando en la historia. Para ello, haga preguntas como, ¿me pregunto qué es lo que va a hacer El Lobo ahora? o ¿cómo piensas que se sienten Los Tres Cerditos? Por ello, es importante estimular a su hijo a reflexionar en lo que usted ha leído. Además, esto podrá ayudarlo a aprender a hacer inferencias que son muy importantes para la comprensión lectora. 

• Guiar al niño para una buena conducta comunicativa. Es decir, cuando hable con su hijo haga mucho contacto visual. Además, es importante hablar acerca de las maneras educadas de pedir las cosas, favores o dirigirse a otras personas. Y también, por qué una manera podría ser mejor que otra. Por ello, es muy favorecedor dar al niño muchas oportunidades para practicar estas destrezas en la casa y no olvide elogiarlo con algún tipo de recompensa.

Bibliografía

• Adams, C. (2001). Clinical diagnostic and intervention studies of children with semantic-pragmatic language disorder. International Journal of Language and Communication Disorders, 36, 289-305.
• American Psychiatric Association (2000). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 4th Edition, text Revision (DSM-IV-TR). American Psychiatric Publishing.
• American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 5th edition, DSM-5. American Psychiatric Publishing.
• Baixauli-Fortea, I., Roselló, B. y Miranda-Casas, A. (2004). Evaluación de las dificultades pragmáticas. Estudio de casos. Revista de Neurología, 38 (Supl 1), 69-79.
• Bishop, D.V.M. (2000). Pragmatic language impairment: a correlate of SLI, a distinct subgroup or part of the autistic continuum?. En D.V.M. Bishop & L.B. Leonard (Eds.), Speech and language impairments in children: causes, characteristics, intervention and outcome(99-113). Philadelphia: Taylor & Francis.
• Bishop, D.V.M. y Norbury, C.F. (2002). Exploring the bordelands of autistic disorder and specific language impairment: a study using standardised diagnostic instruments. Journal of Child Psychology and Psychiatry and Allied Disciplines, 43(7), 917-929.
• Bishop, D.M.V. y Rosenbloom, L. (1987). Classification of childhood language disorders. En W. Yule y M. Rutter (Eds.) Language development and disorders. Clinics in developmental medicine. London: Mac Keith Press.