Ictus o Infarto Cerebral
El ictus o accidente cerebrovascular es un trastorno neurocognitivo causado por un problema en el riego sanguíneo en el cerebro. A día de hoy, es una de las razones más comunes de asistencia neurológica urgente. Además, cada minuto que continúa, se reducen las posibilidades para poder tener una buena recuperación.
El ictus es una de las principales causas de la incapacidad permanente en la edad adulta. Además, es la segunda causa de muerte entre los hombres y la primera entre el sexo femenino.
Por otro lado, suele tener grandes secuelas que afectan seriamente a la recuperación tras este tipo de patologías. Por ello, es de vital importancia el poder llegar a un hospital para aprovechar la neuroplasticidad del cerebro en esos primeros momentos. Normalmente, esto suele facilitar la recuperación de las funciones cerebrales afectadas.
En definitiva, según la OMS, un 10% de las muertes en países desarrollados se debe al ictus. Y, en España, es la primera causa de defunción en edades avanzadas. Por lo que, suele haber bastantes tipos de investigaciones ocupadas de la forma en que se produce este accidente cerebrovascular.
Síntomas Previos de un Ictus
Los síntomas previos de un ictus pueden aparecer de forma repentina. Por lo que, como hemos dicho, es importante acudir a un hospital, o un centro de salud. Además, es importante mantener la calma en la medida de lo posible, ya que es de vital importancia una intervención en las siguientes 3 horas.
Suele ser complicado averiguar los síntomas, ya que dependen de la zona. Sin embargo, los síntomas más comunes son:
- Pérdida de fuerza en uno de los lados del cuerpo, como en la mitad de la cara, un brazo o una pierna.
- Dificultades para hablar o expresarse correctamente, diciendo palabras inapropiadas.
- Pérdida de sensibilidad con algún tipo de hormigueo en uno de los lados del cuerpo.
- Pérdida repentina de la visión en uno de los ojos.
- Dolor de cabeza excesivamente intenso y fuera de la normalidad.
Alrededor del 30% de los pacientes pueden tener estos síntomas previos. A este tipo de síntomas, los denominamos ataques isquémicos transitorios. Por ello, la prevención de este tipo de patologías debe hacerse a cualquier edad. Normalmente, es a partir de los cuarenta y cinco años cuando se deben vigilar los factores de riesgo que trataremos más adelante.
En España, cada 6 minutos se produce un ictus y cada 14 minutos, fallece un paciente por ictus. A día de hoy, el ictus es el culpable de 6 millones de fallecimientos al año. Además, es una de las principales causas de la discapacidad física en adultos y también del deterioro cognitivo.
Causas que provocan un Ictus
Normalmente, el ictus suele presentarse bruscamente, aunque es debido a algunos hábitos de vida y contexto poco saludables. Además, muchas de estas causas no se pueden controlar. En consecuencia, la mayoría de estas causas se pueden cambiar, tratar o modificar con buenos hábitos.
Los factores en los que podemos intervenir son:
- La edad, ya que el riesgo crece exponencialmente a partir de los 60 años.
- El sexo, debido a que la mortalidad en las mujeres es mucho más alta que en los hombres.
- Antecedentes familiares, ya que puede existir predisposición debido a la genética hereditaria familiar.
Factores en los que sí que podemos realizar algún tipo de intervención:
- Haber sufrido un ictus recientemente, ya que podemos volver a sufrirlo y podemos poner algún tipo de medidas.
- Hipertensión arterial, ya que un 70% de los ictus ocurren por esta causa.
- Fumar, ya que el tabaquismo es un factor importante de riesgo.
- Presentar algún tipo de enfermedad cardiaca.
- El clima y la estación del año, ya que ocurren más muertes en los extremos de frío o calor.
- Alcoholismo, debido a que provoca hipertensión y obesidad, entre otras cosas.
- Consumo de drogas, debido a problemas en el corazón y neuronales.
- Hábitos de vida sedentaria y obesidad, ya que aumenta la grasa en la sangre.
Tipos de accidentes cerebrovasculares
Dependiendo de cómo se produzca el accidente cerebrovascular, podemos definir dos tipos de ictus que son los siguientes:
- Ictus isquémico. El ictus isquémico o infarto cerebral es el más común entre este tipo de accidentes. Normalmente, suele ocurrir cuando se tapona una arteria y se obstruye el riego sanguíneo al cerebro. Por lo que se corta de manera abrupta la glucosa y el oxígeno. Suele producirse por acumulación de calcio en las arterias, por anormalidades en los glóbulos rojos, por algún tipo de émbolo producido en otra localización. También, puede ocurrir por acumulación de colesterol y otras sustancias en la sangre.
- Ictus hemorrágico. Se da en muchas menos ocasiones y suele ser debido a la rotura de una arteria en la zona cerebral. A su vez, este tipo de ictus puede ocurrir de forma intracerebral o por algún tipo de traumatismo craneal. Sin embargo, también puede ocurrir por tumores, por algunos tipos de infecciones cerebrales o incluso por el consumo excesivo de algunos tipos de drogas.
Tratamiento y esperanza de vida
El paciente con accidente cerebrovascular ha de acudir a la parte de neurología, preferiblemente con una unidad de neurorrehabilitación. Ahí se podrá evaluar el tratamiento necesario y además se derivarán a los diferentes profesionales. Esto, es debido a que será necesario la coordinación entre diferentes profesionales para tener un éxito en el tratamiento.
Sin embargo, es en la fase más aguda de este tipo de accidentes donde es importante poder disolver los trombos que se han formado en el cerebro. Hoy en día, esto se puede hacer de estas formas:
- Solución farmacológica aplicada por vía venosa para disolver los trombos..
- Solución quirúrgica, para poder quitar el trombo.
- Cuando un accidente cerebrovascular es hemorrágico, el tratamiento es embolizar el aneurisma con coils (espirales de platino) para poder taponar las arterias dañadas y así no se rompen de nuevo.
Por último, es necesario abordar los factores de riesgo y prevenir la aparición de nuevos síntomas como la hipertensión, enfermedades cardíacas, etc.
Sabemos que la esperanza de vida tras un ictus dependerá de la edad. Aunque, suele afectar en un 75% de los casos a personas mayores de 60 años. Sin embargo, cada vez se va retrasando más esta edad límite. Por otro lado, la recuperación en las fases iniciales tras sufrir el ictus suele ser exitosa con un tratamiento precoz y mantenido en el tiempo.
Es muy importante que los pacientes puedan acceder a sesiones de rehabilitación de fisioterapia, logopedia y terapia ocupacional para lograr una mejoría en su calidad de vida. Además, habrá que disminuir la exposición a los factores de riesgos como el sedentarismo y aquellos en los que podamos actuar.
¿Qué secuelas pueden quedar después de un ictus?
Las personas que tienen un ictus pueden sufrir algunas secuelas y complicaciones como las siguientes:
- Trastornos del lenguaje, donde será el Logopeda para adultos el encargado de rehabilitar estas alteraciones provocadas tras el ictus.
- Disfagia o problemas a la hora de tragar, donde el Logopeda también será el encargado de realizar las labores necesarias para poder tener procesos de alimentación seguros y evitar el atragantamiento.
- Deterioro cognitivo, donde es importante un trabajo multidisciplinar donde neurólogo, logopeda y demás especialistas se encargarán de mejorar las condiciones de vida del paciente.
- Pérdidas de algunos movimientos, pérdida de fuerza y falta de coordinación. Normalmente, suele mejorar con el tiempo aunque no sea una recuperación 100% completa.
- Rigidez en algunos músculos por contracciones permanentes y que provocan rigidez, dolor, contracturas, etc.
- Mayor riesgo de caídas, debido a la debilidad que quedan en los músculos motores y en la propiocepción.
- Pérdida de la visión en una de las dos mitades del cuerpo, que se puede compensar con movimientos extra hacia al lado dañado.
- Hormigueos constantes y falta de sensibilidad en determinadas condiciones.
- Dolores intermitentes en algunas extremidades que pueden ser tratados, en los casos más leves, con analgésicos.
- Problemas de incontinencia urinaria, por lo que es importante contar con los profesionales sanitarios para una rehabilitación exitosa.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse?
En la mayoría de los casos, el tiempo en el que se tarda en recuperarse de un ictus es indeterminado. Normalmente, la recuperación total es muy complicada y no se llega al 100% aunque se haga una rehabilitación profunda. Sin embargo, el objetivo es poder aumentar la calidad de vida del paciente para adaptarse a la nueva situación.
La rehabilitación de un ictus empieza ya en un rápido ingreso en el hospital. Normalmente, en las siguientes 3 horas siguientes al ictus, es donde se obtienen los mejores resultados. En consecuencia, tras el ingreso hospitalario, es a los 3 meses donde se pueden observar los primeros avances. Tras ello, a los 6 meses se tarda más en ver avances incluso hasta el año.
Cada paciente es un mundo, y cada rehabilitación ha de adaptarse de forma individual a cada persona. Es decir, existen pacientes que requerirán logopedia, fisioterapia, etc. y otros que no requieren tantos cuidados. Por lo que, el objetivo en el tratamiento dependerá del paciente, el punto en el que está y la edad.
¿Cómo recuperar el habla después de un ictus?
Para recuperar el habla después de un ictus, el logopeda será el profesional sanitario que se encargará de ello. Además, es muy importante que sea un tratamiento precoz para poder recuperar bien las capacidades comunicativas. Es decir, los afectados por un ictus pueden tener problemas relacionados con los trastornos del lenguaje, parálisis facial e incluso la deglución.
Sin embargo, es habitual que no sólo sea el logopeda la persona encargada de su rehabilitación. Por ello, es importante que exista un tratamiento multimodal con neurólogos, fisioterapeutas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, etc. En consecuencia, si existe este tipo de tratamiento el éxito en la intervención estará asegurado.
Las funciones que realizamos para una intervención logopédica en un ictus son las que están relacionadas con:
- Parálisis facial. Ésta es una de los principales problemas que tienen los pacientes con ictus. Es una disfunción que ocurre en una de las partes de la cara y donde no se es capaz de controlar los músculos de la cara en uno de los lados. Además, el paciente puede tener problemas con la incapacidad de controlar la saliva y de hablar de forma correcta.
- Recuperación del habla tras un ictus con determinados ejercicios. Ya que puede haber problemas de afasia, pérdidas parciales o totales del habla o incapacidades comunicativas severas. Para ello, el logopeda será el encargado de ayudar al paciente con determinados ejercicios adecuados dependiendo del contexto de cada persona.
- Problemas de disfagia, ya que tras un ictus, pueden verse afectados los músculos que se encarga de la alimentación. Es decir, los músculos encargados de tragar se verán afectados y será el logopeda el que recupere esta capacidad mediante la terapia miofuncional, entre otras técnicas.
Si tienes cualquier duda o consulta, no dudes en preguntarnos. En Logopedia y Más, hemos conseguido rehabilitar numerosos casos de ictus y contamos con las logopedas especialistas en adultos adecuadas. Todas ellas expertas en su área y con amplia experiencia en este tipo de casos.
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