El Bruxismo. Tratamiento y Síntomas.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es una patología provocada por el movimiento involuntario que se hace cuando contraemos la musculatura al cerrar la boca y sin llegar a masticar. También se le conoce con el rechinamiento de dientes. Normalmente, suele provocar algunos problemas en las encías y también en la superficie de los dientes. Además, no tiene ninguna función a simple vista.

Por lo general, el bruxismo no suele ser peligroso pero sí que puede llegar a provocar daños en los dientes. También, puede causar dolores en la mandíbula, en la cabeza o incluso en el oído. Puede ser, que se le relacione con trastornos en el sueño, con cuadros depresivos o de ansiedad. Aunque, la mayoría de las veces es por la parte emocional de la persona.

El bruxismo, suele afectar a un 10 o 20% de la población. Además, puede aparecer durante el día (bruxismo diurno) o por la noche (bruxismo nocturno). Muchas veces, el bruxismo puede provocar dolores en el cuello o también dolores en la cara de forma intensa. Por último, suelen aparecer algunos sonidos delante de los oídos y por la mandíbula cuando la boca se abre y cierra.

¿Qué tipos existen?

Podemos establecer los tipos de bruxismo en base a dos criterios, siendo uno de ellos el momento en el que tienen lugar y otro, el modo en que se producen. 

Por un lado, respecto al momento podemos encontrarnos 

• Bruxismo diurno, al que también se le denomina como bruxismo consciente. Por definición, es aquel que tiene lugar durante el día y que está más relacionado con factores psicosociales y ambientales.
• Bruxismo nocturno, denominado como bruxismo inconsciente o del sueño. Normalmente, es aquel que tiene lugar durante la noche y está más relacionado con una disfunción central neuromotora.

Por otro lado, según el modo se puede realizar rechinamiento de los dientes que provoca un mayor desgaste de las piezas dentarias. Esto es debido a que consiste en frotar los dientes dejando el mismo plano. Además, también se puede observar la presión de los dientes. Es decir, se aprieta una arcada dentaria contra la otra, en este caso, el desgaste dental es menor.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas del bruxismo pueden ser muy variados. Es decir, son múltiples las ocasiones en las que el bruxismo, sobre todo el nocturno, no es detectado por uno mismo. Normalmente, el bruxismo nocturno lo suele oír alguien externo que nos oye al realizar estos rechinamientos. Aunque también puede ser localizado por una visita rutinaria al dentista.

En consecuencia, los síntomas que puede presentar una persona con bruxismo pueden variar según la frecuencia, la intensidad y duración con la que ocurran los mismos. 

Aun así, se pueden determinar unos rasgos característicos de esta patología siendo: 

• En cuanto a la estructura dentaria se puede observar desgaste, fracturas o roturas de las piezas dentales debido a la debilidad que provoca la presión. 
• Respecto al nivel muscular, es posible presentar hipertonía uno o bilateral.
• Suelen aparecer dolores a nivel de dientes, en la articulación temporo-mandibular, cervicales, oído y/o de cabeza debido a la presión continua ejercida involucrando a estas estructuras.
• Aparecen problemas del sueño, ya que es posible presentar insomnio, ya que al hacer presión en la mandíbula la calidad del sueño se ve perjudicada. 
• Además, se puede ver una inflamación de las encías que recubren las piezas dentales.

Tratamiento del bruxismo

El tratamiento del bruxismo variará en función del tiempo de instauración del hábito y del desgaste ocasionado. Normalmente, suele tratarse en muchas ocasiones de un tratamiento multidisciplinar implicando a varios profesionales.

Podemos ver, que el tratamiento más usual es colocar una férula oclusal. Ésta férula suele colocarla el odontólogo. Normalmente, suele ser la más recomendada para evitar el desgaste de los dientes. Además, el paciente ha de usarla dependiendo de la intensidad de esta patología y de las recomendaciones del odontólogo. Sin embargo, estas férulas no eliminan el bruxismo, sólo su causa que es el contacto brusco entre dientes.

Por último, también existen los tratamientos con medicamentos. Normalmente, van dirigidos a atenuar la ansiedad o el estrés y se aconseja un consumo cortoplacista.

Bruxismo y Logopedia

La intervención logopédica a través de la terapia miofuncional puede ser muy efectiva y no llega a ser invasiva. Normalmente, el tratamiento logopédico en el bruxismo ataca los síntomas de esta patología, por lo que conseguimos una relajación muscular en los músculos de la cara. La idea es restaurar la musculatura mediante masajes en las articulaciones mandibulares para atenuar también el dolor.

Además, el trabajo del logopeda consiste en poder disminuir la tensión sobre la articulación temporomandibular. Por ello, es importante poder conseguir una articulación bien equilibrada y articulada. Además, es importante favorecer la musculatura mandibular a través de ejercicios que la tonifiquen. Estos ejercicios se pueden desarrollar aplicando calor en dicha musculatura y también usar vendajes neuromusculares para minimizar la tensión.

Todo ello atacará los síntomas y así las causas del bruxismo pueden llegar a atenuarse con el tiempo. En definitiva, un buen tratamiento miofuncional puede ayudar a favorecer una solución para esta patología.

Bruxismo en niños

El bruxismo en niños suele aparecer a los 4 o 6 años. Esto es debido a que el niño aún tiene los dientes de leche en esa época y suele desaparecer sin problema tras ello. Sin embargo, el problema suele ser cuando el bruxismo se queda en la vida habitual del niño y provoca un desgaste bastante grande en los dientes del niño. Además, suelen aparecer otras patologías como dolores en la articulación, contracturas, problemas en el sueño e incluso alteraciones en la conducta.

Por ello, el tratamiento del bruxismo en niños ha de implementarse desde un enfoque multidisciplinar. Es decir, ha de abordarse por parte del psicólogo, fisioterapeuta, logopeda y ortodoncista. Además, el tratamiento ha de evitar la opción de los fármacos e intentar ser lo menos intrusivo posible en el niño. Por ello, es recomendable utilizar la terapia miofuncional por parte del logopeda infantil y técnicas de relajación y masaje por parte del fisioterapeuta. En consecuencia, la coordinación entre los profesionales ha de ser lo mejor posible.

Bruxismo y botox

Existe un tratamiento del bruxismo con botox, cuyo objetivo es minimizar el daño sobre las articulaciones. Para ello, se emplea la toxina botulínica de tipo A TBA. Sin embargo, hay algunas ramas científicas que desaconsejan esta práctica por su escasa evidencia científica.

La toxina botulínica suele proteger los dientes, músculos mandibulares y la articulación temporomandibular del bruxismo. También, suele aliviar los dolores provocados por las continuas contracciones musculares de la mandíbula y dientes.

Sin embargo, en los estudios que se han realizado con la toxina TBA, el 24% de los pacientes pudieron decir adiós a sus problemas con el bruxismo y un 76% obtuvo alguna gran mejoría. No obstante, sí que han existido algunos casos con efectos secundarios adversos.

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