¿Qué es la Dispraxia Verbal?

Definición de la dispraxia verbal

La dispraxia verbal es un trastorno del habla en niños cuando existen dificultades en la pronunciación de sonidos, sílabas y palabras. Por ello, puede afectar a la planificación y producción del habla. Además, está caracterizado por un déficit en los distintitos tipos del procesamiento del habla. Generalmente, los músculos funcionan, ya que el niño con dispraxia verbal no tiene problemas de reflejos. Sin embargo, no funcionan adecuadamente, aunque no haya signos de parálisis o de debilidad muscular.

Por otro lado, es cierto que la dispraxia verbal comparte rasgos clínicos con otros trastornos del desarrollo del lenguaje. Además, suele parecerse a otras entidades diagnósticas. Por lo que, se debe diferenciar con aquellos niños que tienen dificultades a nivel fonológico. Esto es así, ya que la dispraxia verbal es más un problema motor.

Además, el niño que presenta una dispraxia verbal tiene la dificultad en planificar los movimientos para emitir los sonidos. Generalmente, aparece una dificultad para que el cerebro envíe las buenas instrucciones a la boca para que realice los movimientos pertinentes. Normalmente, a esta dificultad es a lo que llamamos dispraxia verbal.

Características de la dispraxia verbal

Actualmente, la dispraxia verbal se define a partir de un conjunto de síntomas positivos en la conducta de habla. Por ello, no es necesario que coexistan todos a la vez, pero sí tienen que proporcionar suficiente evidencia de un déficit práxico. En general, estas características son las siguientes:

• Aumento del número de faltas con el aumento de la longitud del enunciado.
• Alta incidencia de errores afines con el contexto.
• Inconsistencia en los patrones de errores de articulación.
• Modelos desviantes durante el desarrollo del habla.
• Progreso muy lento durante el tratamiento.
• Etapas de apreciable ininteligibilidad.
• Errores en los sonidos del habla.
• Faltas en la articulación de vocales.
• Esfuerzos, tanteos o titubeos en la producción de algunos fonemas.
• Problema para producir fonemas aislados o secuencias.
• Fallos en la ejecución, en aislar y secuenciar movimientos orales.

Causas de la dispraxia verbal

La dispraxia verbal es un trastorno motor. Es decir, el problema se localiza en el cerebro y las señales cerebrales, no en la boca. ​ Generalmente, la causa es desconocida. Sin embargo, algunas causas posibles incluyen síndromes y trastornos genéticos.

Además, la mayoría de los casos de dispraxia verbal no tiene causas definidas. Sin embargo, se sabe que es un trastorno neurológico. Normalmente, es un trastorno adquirido antes de nacer, durante el nacimiento o por algún daño cerebral durante su infancia. Estas alteraciones podrían estar condicionadas por anomalías genéticas.

Dispraxia verbal infantil

Podemos ver, que la logopedia también suele ser imprescindible, ya que permite que el niño desarrolle la coordinación necesaria para poder emitir palabras correctamente. Además, a nivel educativo puede ser necesario establecer planes individualizados que tengan en cuenta las dificultades del menor. Por ello, el objetivo de los tratamientos de la dispraxia verbal infantil suele ser los siguientes:

• Acrecentar el canal de entrada del lenguaje para una mejor expresión.
• Optimizar el control de los movimientos de las articulaciones.
• Mejorar el control de emitir sílabas y palabras concretas.
• Lograr la pronunciación de
• Corregir los rasgos del lenguaje como el ritmo, entonación y prosodia.

Además, suelen necesitarse diversas formas del lenguaje. El logopeda infantil es el profesional que se encarga de ello. Por ello, muchos de los enfoques de la terapia suelen ser acordados por desarrollar un tratamiento individualizado. Normalmente, su duración será de 30 a 45 minutos y el precio del logopeda infantil variará dependiendo de número de sesiones y duración. Sin embargo, la terapia motora oral sin hablar no es suficiente. Por eso, se realiza el uso del lenguaje con imágenes, avisos visuales y comunicación alternativa y aumentativa.

Tratamiento logopédico

En general, la dispraxia verbal puede ser diagnosticada por un logopeda. Normalmente, suelen realizarse pruebas específicas que miden los mecanismos orales del habla. Además, estas pruebas incluyen tareas como soplar, lamer los labios, elevar la lengua y un examen de la boca.

También, el tratamiento de la dispraxia se basa en la atención individualizada. Este tratamiento, suele estar compuesto de varias disciplinas: ergoterapia, ortofonía, psicomotricidad, etc. Por lo general, esta rehabilitación está acompañada de un apoyo psicológico, así como de una asistencia para vivir con la patología diariamente, sobre todo en clase.

Bibliografía

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