¿Qué ocurre cuando hay cambios en la voz?

Cambios en la voz

¿Alguna vez en tu vida has notado cambios en la voz? Has visto, por ejemplo, que después una jornada larga de trabajo tienes la voz rasposa, después de una fiesta o un concierto te despiertas prácticamente sin voz, que después de un catarro fuerte aún perdura una sensación extraña en la voz… ¡Tiene su explicación!

Diferencias entre afonía y disfonía

Para la mayoría de las personas la disfonía es algo muy presente en sus vidas pero que, hasta que no suponga un factor limitante o ya molesto en su vida, no ponen remedio. Ahí es cuando acuden a un especialista y se descubre alguna patología que causa esa voz que no identifican como suya.

Tampoco solemos usar correctamente los términos disfonía y afonía. La disfonía, es lo que solemos tener en mayor medida, es la pérdida parcial de la cualidad vocal, esa voz “rara” de la que hablábamos tras un concierto, después de hablar mucho, de estar malos… En cambio, la afonía, que es el término que más usamos, es la pérdida total de la voz, de forma temporal.

Identificar los problemas de los cambios en la voz

Todos conoceremos a esa persona que tiene cambios en la voz, o la voz mal cada dos por tres, pero que está tan acostumbrado y, total, “se le pasa en dos días”, nunca le presta la atención que necesita. No obstante, esas disfonías recurrentes son una alerta que nos está dando nuestro cuerpo de que algo no está funcionando como debería o que lo estamos forzando más allá de su capacidad. ¿A que si ves que no puedes levantar 50 kilos no se te pasa por la cabeza hacerlo a lo bruto? O, algo muy común, si nos duele mucho la espalda, tenemos problemas intestinales… ¿a que acudimos rápido al especialista? Entonces, ¿por qué no cuidamos de la misma manera nuestra voz? Básicamente por desconocimiento de las implicaciones de esa falta de cuidados y el no ser conscientes de lo que pasa en nuestro interior.

La voz normal es aquella que se emite utilizando adecuadamente los recursos fonatorios, tanto estructural como funcionalmente. Si no es así, aparece la disfonía, y para ponerle remedio existe un procedimiento y unos cuidados necesarios que debemos aplicar en nuestro día a día.

Evaluación de la disfonía

En primer lugar, es necesaria una buena evaluación clínica de la voz, la cual comienza por una historia clínica completa. La historia clínica de la voz debe responder, en principio, al origen, evolución y causa de la alteración vocal.

En segundo lugar, debemos interesarnos por la cronología de la alteración, cuándo es más acentuada o si lo es todo el tiempo. También la actividad laboral, o el hábito vocal, ya que hablar más de dos horas diarias, sin una buena técnica, puede ser motivo para que aparezca alguna alteración vocal.

La voz como herramienta de trabajo

Existen muchas profesiones que utilizan la voz como una herramienta de trabajo, como por ejemplo los profesores, locutores, actores, comerciantes, abogados, etc. La voz es para estos profesionales su herramienta de trabajo, y por esto deberán aprender a cuidarla y manejarla para lograr el máximo rendimiento y permanencia en la profesión que ocupan.

Las causas más visibles de estas disfonías son el mal uso vocal, abuso vocal, mala higiene vocal, predisposición orgánica congénita y uso precoz de la voz artística.

Otro dato importante es el entorno sonoro donde el paciente desempeña su actividad, ya que sin darnos cuenta elevamos el volumen de la voz por encima del ruido ambiente con frecuencia, como puede ser en una cafetería, un restaurante, un coche, discotecas, etc.

Otras circunstancias comunes que vivimos a diario son los ambientes secos o con poca humedad que producen un contacto vocal no amortiguado que facilita la aparición de patología.

Factores que intervienen en la voz

La mayoría de factores que intervienen en los cambios de la voz, pueden ser los siguientes:

• El humo del tabaco aspirado actúa negativamente mediante irritación, sequedad y metaplasia mucosa. La polución ambiental tendría un efecto similar al del tabaco.
• El aire acondicionado por su parte, actúa produciendo sequedad o irritación por disminuir la humedad ambiente.
• Los cambios bruscos de la temperatura producen descompensaciones, catarros y alteraciones en el sistema inmune que afectan a nuestra voz.
• El reflujo gastroesofágico se considera como un factor “endoambiental” que puede ser decisivo en la aparición de muchas lesiones vocales.
• También se ha visto, que personas con carácter extrovertido, muy comunicativas y con tendencia al liderazgo son proclives a padecer lesiones vocales por abuso o mal uso vocal.

Importante saber que la necesidad de “aclaramiento vocal” o carraspeo indica la existencia de secreciones continuas en las cuerdas. Cuando existe una alteración vocal, una de las primeras cosas que ocurre es el acúmulo de secreciones en la zona alterada por un cambio en el patrón de vibración y que a la vez sirve como mecanismo protector de las mismas.

Debemos informarnos de la medicación que esté tomando (antihistamínicos, hipotensores y vitamina C a dosis altas)., ya que en muchas ocasiones puede provocar una sequedad relevante de la mucosa del tracto vocal o un aumento en la consistencia del moco. El uso de anticonceptivos orales puede facilitar la aparición de lesiones derivadas de vasodilatación mucosa.

¿Qué profesionales realizan este procedimiento y recogen todos esos datos?

Inicialmente, serías derivado al otorrinolaringólogo (ORL) quien te hará una recogida de datos y una exploración laríngea para visualizar qué está pasando en la laringe.

Como método de exploración laríngea más común y eficaz para poder analizar la disfonía existe la estroboscopia para observar el estado y movimiento de las cerdas vocales el cual se ve aparentemente enlentecido a través de la ilusión óptica que nos proporciona el estroboscopio, y a través de lo cual, podemos observar su movimiento y posibles alteraciones. Antes de comenzar el trabajo de rehabilitación vocal, es necesario realizar una evaluación funcional de la respiración y de la voz para completar el diagnóstico y poder así planificar mejor nuestra intervención. Esta evaluación tiene como objetivo describir el comportamiento vocal del paciente y conocer en qué grado éste ha podido producir la disfonía, describir la cualidad vocal, determinar la severidad y el pronóstico del caso.

Una vez hecho el diagnóstico, éste deberá derivarte a un centro de logopedia en el que puedas iniciar tu tratamiento de voz. Éste variará en función del tipo de patología que presentes, pero por lo general todos tienen en común una serie de pautas de higiene vocal para tanto prevenir, como mejorar la rutina y cuidado diarios.

¿Qué pautas lleva a cabo el logopeda para ayudar a personas con estos problemas?

Cada tratamiento sigue una línea de actuación diferente, no hay dos tratamientos iguales al igual que personas. Sin embargo, todas las disfonías tienen una intervención común que consiste en proporcionar pautas de higiene vocal, base de cualquier tratamiento. Entre las más comunes encontramos:  una buena hidratación, control del volumen vocal, eliminación de tóxicos (tabaco, alcohol, drogas), irritantes laríngeos, reflujo gastroesofágico, etc. Tu logopeda deberá proporcionarte una lista de pautas de higiene vocal que deberás adaptar a tu rutina diaria, formando parte de tu vida y evitando así, futuras lesiones o mejorando tu alteración actual.

A partir de ahí, y tras una evaluación profunda, tu logopeda decidirá la línea de tratamiento correcta para ti en base a tus necesidades, la cual se irá adaptando a medida que avancéis en la terapia.

Bibliografía

• Elhendi, Rodriguez, Soto y Santos. “Evaluación perceptual de la voz en pacientes diagnosticados de nódulos y disfonías funcionales”. O.R.L. Aragón; 15(1) 6-9. 2012
• Gª Tapia R, Cobeta I. Diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la voz, Madrid: Garsi-Masson, 1996.
• Romero, Nercelles, Oea, Pérez y Guzmán, “Manual para la administración de protocolo de evaluación de la voz hablada”. Unidad de voz, Escuela de Fonoaudiología, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. 2011
• Bonet, M.:”Disfonías”, en M Puyuelo, Casos Clínicos en Logopedia, pp.181-213, Barcelona, Masson. 1997